Fui por la carretera, bamboleando. - Pero las bestias mudas hicieron lo que los sacerdotes ídolos y los adivinos apenas consideraban posible, porque la mano de Dios los impulsaba. La narración aquí es evidentemente sin adornos, muy fácil y natural, y habla de costumbres primitivas, contando su historia de la interferencia divina del " Brazo Glorioso" con exquisita sencillez y verdad.

Las bestias mudas siguieron su camino extraño con su carga de oro, los príncipes de los filisteos los siguieron, asombrados, a distancia.

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