Y las vacas tomaron el camino derecho al camino de Bet-semes, y se fueron por el camino bramando , sin desviarse a la derecha ni a la izquierda; y los príncipes de los filisteos los siguieron hasta el término de Bet-semes.

Los señores de los filisteos los persiguieron, para dar su tributo de homenaje, para evitar la impostura y para obtener la evidencia más confiable de la verdad. El resultado de este viaje tendió a su propia humillación más profunda y a la mayor ilustración de la gloria de Dios.

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