Y vi el cielo abierto ... - Mejor, y vi el cielo abierto (no "abriéndose", sino puesto abierto, ya abierto, como en Apocalipsis 4:1 ), y he aquí un caballo blanco, y ( he aquí ) uno que se sienta sobre él llamado Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. La descripción nos recuerda la apertura del primer sello.

De nuevo tenemos el caballo blanco y el jinete. Esa visión temprana de un Cristo conquistador había sido primero una esperanza y luego una desesperación, a medida que era tras época se interponían sus obstáculos a la manifestación de los hijos de Dios; pero ahora, con más esplendor, la visión se renueva: las esperanzas de los que esperan no perecerán para siempre. Una vez más aparece el jinete victorioso y su nombre disipa todo temor, aunque la visión ha tardado mucho en demorarse.

Al final habla y no se detiene ( Habacuc 2:1 ), porque el que cabalga sobre los cielos, como si fuera un caballo, tiene Su nombre Fiel y Verdadero ( Hebreos 10:23 ; Hebreos 10:36 ).

Este nombre combina dos características: fidelidad a las promesas, confiabilidad; y el poder de satisfacer todo deseo legítimo que se ha despertado en los corazones de su pueblo; porque en Él reposan todas las esperanzas y se realiza todo ideal. Además, se le representa como un guerrero. Este novio guerrero nos lleva de regreso a Salmo 45 , donde se encuentra una combinación similar de alegría matrimonial y triunfo marcial.

La justicia marca Su progreso en la guerra, ya que la fidelidad se manifiesta hacia aquellos que confían en Él ( Isaías 11:4 ). Aquí hay consuelo en el umbral de una visión de liberación. El libro nos ha mostrado la guerra, el conflicto, la confusión: las pasiones de los hombres que surgen unas contra otras y se lanzan como vanas olas contra las leyes inmutables de Dios; la historia del mundo está escrita con sangre.

Culpamos a los hombres de estas guerras crueles y desoladoras; pero surge imperiosamente otra pregunta: ¿Por qué un gobernante totalmente bueno permite estas escenas desgarradoras? Si los gemidos de la tierra nos afligen y nos afligen, ¿no le entristecen? ¿Dónde está el que permite todo esto? La respuesta es: "Con justicia juzga y hace la guerra". La elaborada historia del mundo lo aclarará. La justicia de Dios está siendo revelada: todos la verán un día; pero ahora el justo debe vivir por la fe en Aquel que es fiel y verdadero, y que conserva el germen de toda vida divina en la historia del mundo.

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