G et Retírate de mí. - Esta dirección es rudo, feroz, descortés. Que un faraón de la dinastía diecinueve (¿o dieciocho?) Haya hablado así implica una emoción extrema y muy poco común. Por lo general, los faraones de este refinado período eran tan impermeables como los mandarines chinos. Debemos suponer que hasta ese momento el rey se había persuadido a sí mismo de que podría llevar a Moisés a un compromiso, pero que ahora por fin desesperaba de hacerlo; de ahí su ira y su rudeza.

Morirás. - Los reyes egipcios tenían el poder de la vida y la muerte, pero rara vez lo ejercían de forma arbitraria o sin juicio. Entre los restos egipcios se han encontrado procesos judiciales muy largos y elaborados. Sin embargo, sin duda, un monarca podía matar a quien quisiera; y así los cortesanos egipcios solían reconocer que habían vivido hasta la vejez “por el favor del rey” (Brugsch, History of Egypt, vol. i., p. 92).

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