(35-36) si el buey de un hombre hiere al de otro. - Cuando no se atribuye la culpa al propietario, la pérdida debe ser compartida por igual. Donde se conocía, o debería haberse conocido, el carácter peligroso del animal, el hombre cuyo buey había sido sacrificado recibía todo su valor.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad