(3-8) En estos versículos, San Pablo da esa nota clave de alegría y confianza, que domina a lo largo de toda la Epístola, y que es singularmente notable cuando recordamos que fue escrita en cautiverio, en ausencia forzosa de lo familiar y familiar. -Escenas queridas de su labor apostólica, y con el conocimiento de la facción y los celos, aprovechando esa ausencia. Las palabras “gozo” y “regocijo” aparecen no menos de trece veces en esta breve epístola; expresan cuál es su propio sentimiento y lo que él desea que sea el de ellos.

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