Y se quitó. - Se ha preguntado si fue Jacob o Labán quien hizo la división, y si Jacob iba a tener todas las ovejas y cabras que ya eran de color parcial, o solo las que nacerían después. Los autores de la Versión Autorizada evidentemente pensaron que Labán mismo quitó todas las ovejas y cabras manchadas y las guardó; pero el hebreo no está tan a favor de este punto de vista como de su propia traducción.

Así, en Génesis 30:32 insertan “de tales” en cursiva; el hebreo dice claramente: Y será mi salario; es decir, todo moteado o manchado será mío, y el número singular se utilizará en todas partes. A continuación, en Génesis 30:33 traducen, en el tiempo por venir: según esto, si las ovejas y cabras de Génesis 30:33 en algún momento produjeran corderos blancos o negros, como generalmente lo harían, éstos volverían a Labán; el hebreo dice: Mi justicia responderá mañana por mí.

Jacob debía hacer la selección de inmediato, pero al día siguiente Labán debía mirar a todos los apartados, y si encontraba entre ellos alguna oveja blanca, o cabras negras o marrones, debía considerarlos como robados, es decir, no sólo podría retirarlos, sino exigirle la multa o compensación habitual.

Y los entregó en manos de sus hijos. - Se ha asumido que estos eran los hijos de Labán, sobre la base de que los hijos de Jacob no tenían la edad suficiente para asumir el cargo; pero como Reuben tenía veintiséis años, este no era el caso. A los rebaños de Jacob les hubiera ido muy mal si hubieran sido confiados a los hijos de Labán, ni él, seis años después, podría haber escapado si su propiedad hubiera estado bajo su custodia, sin que Labán se diera cuenta de inmediato.

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