Yo enmarco el mal. - El verbo elegido es el que describe especialmente el trabajo del alfarero, y del que se deriva la palabra hebrea para alfarero. Ésta, por así decirlo, es la forma del recipiente que se tiene realmente en la mano, lo que determina su uso, pero su forma no es inalterablemente fija. Se muestra en terrorem, y se invita a la gente a aceptar la advertencia mediante el arrepentimiento.

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