No mencionaréis más la carga del Señor ... - El término mal usado ya no se aplicaría a los mensajes de Jehová. Si los hombres continuaran aplicándolo a las palabras de su propio corazón, lo encontrarían como una "carga" en otro sentido (el profeta juega una vez más con la etimología de la palabra) demasiado pesado para ser soportado. Este sería el justo castigo de la imprudente frivolidad con que habían tratado el sagrado Nombre que Jeremías reproduce en toda la amplitud de su grandeza. Nunca se habían dado cuenta de lo terrible que era hablar en nombre "del Dios viviente, el Señor de los ejércitos".

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