Aunque me mate, confiaré en él. - Esta interpretación es casi proverbial; pero, por decir lo mínimo, su exactitud es muy dudosa, porque la mejor lectura no la justifica, sino que dice así: He aquí, Él me matará. No tengo esperanza; sin embargo, mantendré mis caminos delante de él. Es cierto que así perdemos una resolución muy hermosa y familiar; pero la expresión de la confianza viva no es menos vívida.

Porque aunque no hay, como puede haber, ningún destello de esperanza de victoria en este conflicto, no obstante, Job no renunciará a su convicción de integridad; porque la voz de la conciencia es la voz de Dios, y si se supiera inocente, creería y deshonraría tanto a Dios como a sí mismo al renunciar a su inocencia.

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