¿Os iréis también vosotros? - Tenemos que pensar en los discípulos agrupados en torno a Él, los Doce - ahora un cuerpo distinto, y tan conocido que San Juan los nombra por primera vez sin una nota - estando más cerca de Él que el resto, y de estos los primeros cuatro (ver Nota sobre Mateo 10:2 ) el más cercano. Muchos se alejan de Él.

Hombres a los que había enseñado, soportados en toda su debilidad y oscuridad, vieron cómo una luz parecía alborear sobre ellos, esperaban, oraban, vivían y morían, regresaban. Sí; ese corazón también puede sentir la amargura de la decepción. Mira a los Doce que están cerca de Él y les dice: ¿También vosotros no queréis marcharos? La pregunta espera la respuesta que recibe. Allí todavía tiene esperanza.

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