Lo entregó para ser condenado a muerte. - Literalmente, a una sentencia de muerte. Las palabras son estrictamente precisas. El Sanedrín, estrictamente hablando, no había dictado una sentencia de muerte, aunque habían votado a favor de condenar a nuestro Señor con un cargo capital. Para eso tuvieron que entregarlo al brazo secular de Pilato.

Y lo crucificaron. - Mejor, y lo crucificó, el tiempo es lo mismo que "entregado".

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad