Porque dijeron. - Esto, se notará, es peculiar de San Marcos. Es como si les explicara a sus lectores qué había provocado una advertencia tan terrible. No identifica absolutamente lo que se había dicho con el pecado contra el Espíritu Santo, pero tendió a ese pecado y, por lo tanto, hizo necesaria la advertencia.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad