Es porque no hemos comido pan. - Hay una ingenuidad infantil en su auto-cuestionamiento que da testimonio de la absoluta originalidad y veracidad del relato y, por tanto, de la autenticidad de la pregunta que sigue, y que asume la realidad de los dos milagros anteriores. El hilo de pensamiento que conectó la advertencia y el hecho probablemente apenas fue formulado ni siquiera en sus propias mentes.

Puede ser que se imaginaran que así como el fariseo no comería pan que había sido contaminado por el toque de paganos o publicanos, así su Maestro les prohibió, por muy grande que fuera su necesidad, recibir alimento de manos de cualquiera de las sectas que se había combinado contra él.

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