Tiembla. - A la alabanza se une algo de asombro y temor, ya que la majestad y el poder de Aquel que hizo el mundo es tan grande. Su misma existencia depende de Su voluntad, y una mirada, un toque de Él sería suficiente para sacudirlo hasta sus cimientos y consumirlo. Para "las cimas de las montañas humeantes", comp. Salmo 144:5 , y ver Nota, Salmo 148:8 .

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