Él mira a la tierra y se estremece.

Dios puede sacudir el mundo

Los terremotos ciertamente nos enseñan que la existencia humana en este mundo depende completamente de Dios. Probablemente ninguna experiencia natural impresione la mente tan completamente con la sensación de absoluta inseguridad. Un viajero de América del Sur relata gráficamente su propia impotencia durante una de estas terribles convulsiones. Estaba en la calle cuando el suelo empezó a temblar bajo sus pies. Su primer impulso fue buscar refugio dentro de una casa, y se derrumbó ante él.

Se volvió hacia la orilla y vio que el mar se agitaba y hacía espuma como en una tormenta. Echó un vistazo a las colinas, pero incluso ellas estaban sacudidas como árboles por el viento. Todo lo que podía hacer era quedarse quieto y mirar hacia el cielo, que era el único que no se movía en medio de los trastornos del globo. Lo hizo bien, porque sólo en Dios hay perfecta seguridad. Todos los demás refugios, excepto Su misericordia y poder, son refugios de mentiras. Pero nadie debe temer a quien Él protege.

Uno recuerda con gusto el comentario de la buena anciana mencionado por el Sr. Spurgeon en un sermón. Cuando sus vecinos estaban en un terror mortal, debido a ciertas vibraciones del suelo, ella permanecía bastante tranquila. "¿No tienes miedo?" le preguntaron. "¿Temeroso? ¡No!" fue su respuesta; "Me alegro de saber que tengo un Dios que puede sacudir el mundo". ( Compañero dominical .)

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