CIX.

El peculiar horror de las imprecaciones de este extraordinario salmo no reside en las terribles consecuencias que invocan. Shakespeare pone maldiciones igualmente feroces y terribles en la boca de Timón:
“Piedad y miedo,
Religión a los dioses, paz, justicia, verdad,
Temor doméstico, descanso nocturno y vecindad,
Instrucción, modales, misterios y oficios,
Grados, observancias , costumbres y leyes,
rechaza tus confusos contrarios,
y deja que viva la confusión ".

Este horror tampoco se debe al hecho, asumiendo que sea un hecho, que estas imprecaciones no son generales en su dirección, como las maldiciones del misántropo, sino que se dirigen a un solo individuo, pues las pasiones de venganza y odio se intensifican por contracción de su rango. Toda la dificultad del salmo radica en el hecho de que, como muestra la inscripción, en realidad, si no principalmente, estaba destinado a ser utilizado en el servicio público del santuario.

Pero este mismo uso despoja al salmo de una de las mayores fuentes de dificultad, su carácter personal. Cualquiera que sea su origen, cualquiera que sea el objeto original de las imprecaciones, lo cierto es que se hicieron públicas, eclesiásticas, nacionales.
Es muy posible que desde el principio el escritor hablara en nombre de la nación perseguida contra algún príncipe pagano opresivo, como Antíoco Epífanes.

Ciertamente, cuando fue cantado por la congregación, expresó no un anhelo individual de venganza, sino todo el sentimiento reprimido (aborrecimiento religioso, odio patriótico, aborrecimiento moral) de la comunidad que sufre.
La continuación de su recitación en las iglesias cristianas abre otra cuestión, y ha sido, en gran medida, el motivo de las diversas explicaciones apologéticas que se han iniciado para el salmo.

Es extraño que aún la vieja teoría, que justifica el lenguaje de las imprecaciones como proféticamente el lenguaje de Cristo, encuentre defensores. La teoría de la "cita" se nota en las Notas. Sobre la cita de las imprecaciones de San Pedro, ver Notas, Comentario del Nuevo Testamento, Hechos 1:20 . El paralelismo es sintético.

Título. - " Para el músico principal". (Ver nota al título de Salmo 4 )

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