No se equivoquen, mis amados hermanos. - Hasta ahora Santiago el Sabio ha declarado lo que Dios no es, qué cualidades le son ajenas; pero este es sólo un aspecto negativo de la verdad, y ahora mostraría lo positivo, es decir, que Dios es el Autor de todo y de todo bien. Y esta lección la presenta con una advertencia a sus amados hermanos, para que no se equivoquen. Es muy serio y enfático. “No os engañéis”, por mucho que el mundo se desvíe por caminos engañosos. Aquí se hace un marcado cambio del terrible tenor del último versículo a brillantes reflexiones sobre los dones de Dios; y un nuevo incentivo para perseverar se encuentra en los felices pensamientos de Su bondad.

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