Asimismo, los jóvenes exhortan a ser sobrios. - La tarea de influir en los jóvenes le corresponde especialmente a Tito. Entre ellos, en lo que respecta a la edad, todavía debe tenerse en cuenta; consideradas sus tentaciones peculiares, nadie podía ser tan apto como el todavía joven discípulo cristiano de San Pablo (probablemente tenía unos cuarenta años cuando fue puesto al frente de la Iglesia de Creta) para exponer vívidamente ante ellos tanto el peligro y el único medio de protegerse contra él.

Criado en un hogar pagano, no es improbable que en la lujosa y perversa Antioquía siria, atraído al lado del Maestro en el fresco amanecer de la hombría, probó en muchas tareas difíciles y encontró fiel, las palabras de Tito, exhortando a la juventud de Creta a ser sobrio o moderado, probablemente tendría un gran peso. En esta palabra, que instaba a la moderación, se comprende brevemente el deber de un joven.

Ninguna tarea, nos dice el sabio Crisóstomo, es, después de todo, tan dura y difícil para la juventud, como obtener el dominio sobre uno mismo en materia de placeres nocivos. El Apóstol da aquí pocas instrucciones especiales para la guía de su discípulo, porque le dirá cómo ganará mejor a estos jóvenes para que se unan a Cristo. Será, procede a mostrarle, hecho de la manera más eficaz al ver el ejemplo de su propia vida religiosa viril y autocontenida.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad