Versículo 28. Hizo dos becerros de oro.  Inventó una religión política, instituyó fiestas en sus propios tiempos diferentes de las señaladas por el Señor, dio a la gente ciertos objetos de devoción, y fingió pensar que sería inconveniente y opresivo para ellos tener que subir a Jerusalén para adorar. Esta no fue la última vez que la religión se convirtió en un motor estatal al servicio de fines políticos. Es extraño que al señalar sus becerros al pueblo, use las mismas palabras que usó Aarón cuando hizo el becerro de oro en el desierto, cuando debieron escuchar los terribles juicios que cayeron sobre sus antepasados ​​por esta idolatría.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad