Versículo 1 Reyes 5:6 . Cualquiera que sepa cortar madera.  Expresión obsoleta y bárbara para designar a los que saben cortar madera. No tenían entre ellos ni aserradores, ni carpinteros, ni ebanistas, ni constructores, iguales a los sidonios. Sidón formaba parte de los territorios de Hiram, y sus habitantes parecen haber sido los más expertos obreros. Se requiere más habilidad para talar y preparar la madera de lo que generalmente se supone. Vitruvio da algunas reglas relativas a esto, lib. ii., cap. 9, cuyo resumen es el siguiente

1. Los árboles deben ser talados en otoño, o en el invierno, y en el ocaso de la luna; porque en esta estación los árboles recuperan su vigor y solidez, que estaba dispersa entre sus hojas, y agotada por sus frutos, en la primavera y el verano; entonces estarán libres de una cierta humedad, muy apta para engendrar gusanos y pudrirlos, que en otoño e invierno se consume y se seca.

2. Los árboles no deben ser cortados de una sola vez; deben ser cortados cuidadosamente alrededor de la médula, para que la savia pueda caer y destilarse, y así dejarlos hasta que estén completamente secos, y entonces cortarlos completamente.

3. Cuando esté completamente seco, el árbol no debe exponerse al sol del sur, a los vientos fuertes y a la lluvia, y debe untarse con estiércol de vaca para evitar que se parta.

4. Nunca debe ser arrastrado por el rocío, sino que debe ser retirado por la tarde.

5. No es apto para suelos, puertas o ventanas hasta que haya sido talado durante tres años. Tal vez estas indicaciones, atendidas, evitarían la podredumbre seca. Y vemos por ellas que se requiere una considerable habilidad para cortar la madera, y en esto los sidonios sobresalían. Nosotros lo hacemos todo con prisa, y nuestro edificio no sirve para nada.

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