Ahora pues, manda que me corten cedros del Líbano; y mis siervos estarán con los tuyos; y te daré (b) alquiler para tus siervos de acuerdo con todo lo que tú mandes; porque sabes que no hay entre nosotros quien sepa cortar madera como tú. los sidonios.

(b) Esta era su equidad, que no recibiría un beneficio sin alguna recompensa.

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