Verso Hechos 8:39. El Espíritu del Señor arrebató a Felipe... Tal vez esto no signifique más que el Espíritu Santo sugirió a la mente de Felipe que se retirara bruscamente del eunuco, y lo dejara así para que continuara su viaje, reflexionando sobre los importantes incidentes que habían tenido lugar. Algunos suponen que el ángel del Señor, y el Espíritu del Señor, son la misma persona a lo largo de este capítulo. Hay una lectura notable en el Códice Alejandrino que existe así en dos líneas:-

πναγιονεπεχενεπιτονευνουξον

El Espíritu del Señor cayó sobre el eunuco:

αγγελοχδεκυηρπαχεντονφιλιππον.

Pero el ángel del Señor arrebató a Felipe. Esta lectura se encuentra en varios otros MSS. y en algunas versiones. Muchos piensan que el Espíritu o el ángel de Dios se llevó a Felipe de alguna manera como los apócrifos representan el transporte de Habacuc, que fue tomado por los cabellos de la cabeza y llevado de Judea a Babilonia. No había necesidad de tal interposición. Cuando Felipe hubo bautizado al eunuco, el Espíritu de Dios le mostró que no era la voluntad de Dios que él acompañara al eunuco a Meroe, sino, por el contrario, que se apresurara a ir a Asdod, ya que Dios tenía en ese lugar y en los lugares vecinos trabajo suficiente para emplearlo.

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