Verso Juan 15:4. Permaneced en mí...  

Mantened la fe y la buena conciencia, y no dejéis que las pruebas os aparten de la verdad. Y yo permaneceré en vosotros; recibiréis de mí toda la ayuda e influencia que vuestras almas puedan requerir, a fin de conservarlas y salvarlas para la vida eterna.

Estas dos cosas son absolutamente necesarias para nuestra salvación:

1. Que continuemos estrechamente unidos a Cristo por la fe y el amor, y que vivamos en y para él.

2. Que recibamos continuamente de él el poder de hacer el bien; porque así como la rama, aunque sea buena en sí misma, no puede dar fruto por sí misma, por su propio impulso, que ya ha derivado del árbol, y no puede sostenerse por más tiempo que continúe en unión con el tronco madre, tampoco vosotros podéis, si no permanecéis en mí. Así como la rama participa de la naturaleza del árbol, se nutre de su savia y vive de su vida, así vosotros debéis ser partícipes de mi naturaleza divina, ser sabios en mi sabiduría, poderosos en mi fuerza y puros por mi santidad.

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