Verso 42. Pero yo os conozco, que no tenéis... No digáis que os oponéis a mí por el celo por el honor de Dios, y el amor a su nombre, porque me hago igual a él: no, no es así. Conozco las disposiciones de vuestras almas y sé que no tenéis ni amor a su nombre, ni celo por su gloria. La ignorancia incorregible, y los celos maliciosos, actúan en vuestros corazones. Leéis las Escrituras, pero no entráis en su significado. Si hubierais sido tan diligentes para averiguar la verdad, como lo habéis sido para encontrar alegorías, glosas falsas y algo que os sirva de apoyo en vuestros crímenes, habríais sabido que el Mesías, que es igual a Dios, debe ser también el Hijo del hombre, y el heredero del trono de David; y que las mismas obras que yo hago son las que los profetas han predicho que el Mesías debe realizar.  Ver Daniel 7:13; Isaías 9:6; Isaías 11:1, Isaías 11:10; Isaías 35:4.

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