Verso Levítico 6:2. Miente a su vecino. Esto debe referirse a un caso en el que una persona entregó sus bienes a su vecino para que se los conservara, y no tomó ningún testigo que diera fe de la entrega de los bienes; por lo tanto, dicha persona podría negar que alguna vez hubiera recibido dichos bienes, ya que quien los había depositado con él no podía aportar ninguna prueba de la entrega. Por otra parte, un hombre podía acusar a su vecino de retener bienes que nunca le habían sido confiados, o que, después de haber sido confiados, habían sido devueltos de nuevo; de ahí que la ley sea aquí muy cautelosa en estos puntos: y porque en muchos casos era imposible llegar a toda la verdad sin una revelación directa de Dios, que no debía esperarse en ningún caso común, las penas son muy moderadas; porque en tales casos, aun cuando se descubriera la culpabilidad, el hombre podía no ser tan criminal como las apariencias podían indicar. Véase la ley relativa a esto establecida y explicada, Ver " Éxodo 22:7 ".

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