Verso 53. Llenó a los hambrientos - a los ricos los despidió vacíos... Dios es representado aquí bajo la noción de una persona de ilimitada benevolencia, que alimenta diariamente a multitudes a sus puertas. El pobre y el rico dependen igualmente de él; a uno le da su riqueza por una temporada, y al otro su pan de cada día. El pobre viene por el sentido de su necesidad para obtener su sustento diario, y Dios lo alimenta; el rico viene por el afán de lucro, para obtener más añadido a su abundancia, y, Dios lo manda vacío - no sólo no le da nada más, sino que a menudo lo priva de lo que tiene, porque no lo ha mejorado para el honor del dador. Hay una alusión aquí, como en varias otras partes de esta canción, al caso de Ana y Penina, como se relata 1 Samuel 1:2, c. 1 Samuel 2:1.

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