Verso Mateo 11:26. Aun así, Padre...  ναι ο πατηρ. Una enfática ratificación del discurso anterior.

Era justo que la sabiduría celestial, despreciada, rechazada y perseguida por los escribas y fariseos, fuera ofrecida al pueblo simple, y luego al pueblo necio, a los gentiles, que son hijos de la sabiduría, y  que ellos justifique a Dios en su manera de dar a luz ese fruto del Evangelio del cual los fariseos se negaron a recibir incluso la semilla .

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