Verso Mateo 11:27. Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre...  Esta es una gran verdad, y la clave de la ciencia de la salvación. El hombre Cristo Jesús recibe del Padre, y como consecuencia de su unión con la Deidad eterna se convierte en el Señor y dispensador soberano de todas las cosas. Todas las fuentes del favor divino están en manos de Cristo, como Sacerdote de Dios y sacrificio expiatorio por los hombres: todo bien procede de él, como Salvador, Mediador, Cabeza, Modelo, Pastor y Juez soberano del mundo entero.

Nadie conoce al Hijo, sino el Padre; ni conoce a nadie... Nadie puede comprender completamente la naturaleza y los atributos de Dios, sino Cristo y nadie puede comprender completamente la naturaleza, encarnación, etc., de Cristo, sino el Padre. La completa comprensión y reconocimiento de la Deidad, y el misterio de la Trinidad, pertenecen solo a Dios.

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