Versículo 42. Oh Padre mío, si esta copa no pasa de mí... 

Si no es posible -redimir al hombre caído, si no bebo este cáliz, si no sufro la muerte por ellos; hágase tu voluntad- me contento con sufrir lo que sea necesario para cumplir el gran designio. En este discurso aparece la humanidad de Cristo de la manera más evidente; porque sólo su humanidad podía sufrir; y si no apareciera que había sentido estos sufrimientos, habría sido una presunción que no había sufrido, y en consecuencia no había hecho expiación. Y si no hubiera aparecido como perfectamente resignado en estos sufrimientos, su sacrificio no podría haber sido una ofrenda de libre albedrío, sino una ofrenda forzada, y por lo tanto, de ninguna utilidad para la salvación de la humanidad.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad