Versículo 41. Para que no entréis en tentación... Si no podéis soportar un poco de fatiga cuando no hay sufrimiento, ¿cómo haréis cuando llegue la tentación, la gran prueba de vuestra fidelidad y valor? Velad, para que no os coja desprevenidos, y orad, para que, cuando llegue, seáis capaces de soportarla.

El espíritu está dispuesto, pero la carne es débil... Vuestras inclinaciones son buenas - sois verdaderamente sinceros; pero vuestros buenos propósitos se verán superados por vuestra cobardía. Deseáis continuar firmes en vuestra adhesión a vuestro Maestro; pero vuestros temores os llevarán a abandonarlo.

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