Versículo Salmo 27:8 . Cuando dijiste: Buscad mi rostro. 

¡Cuánto trabajo y destreza se han empleado para dar sentido a este versículo tal y como aparece en nuestra traducción! Las palabras originales son las siguientes, de las que se ha extraído forzosamente nuestra Versión: -

לך אמר לבי בקשו פני את פניך יהוה אבקש lecha amar libbi bakkeshu panai; eth paneycha, Yehovah, abakkesh; de las cuales creo que la verdadera traducción es la siguiente: "A ti, corazón mío, te ha dicho: Buscad mi rostro. Tu rostro, oh Jehová, buscaré. Oh, corazón mío, Dios te ha ordenado que busques su rostro". Entonces, su rostro buscaré. Lo cual puede ser parafraseado así: A ti, su Iglesia, Dios te ha dicho: Buscad, todos los que la componen, mi rostro. A lo que yo, su Iglesia, he respondido: Tu rostro, oh Jehová, buscaré. Al referirme al Arzobispo Secker, encuentro que él, y de hecho el Obispo Horsley, son de la misma opinión.

Anteriormente había propuesto otro método para leer este difícil versículo. Sospechando que se había introducido algún error en el texto, en lugar de בקשו פני bakkeshu panay, "buscad mi rostro", había sustituido אבקש פניך abakkesh paneycha, "buscaré tu rostro"; " o con la Vulgata y la Septuaginta, בקשתי פניך bakkesti paneycha, "he buscado tu rostro", exquisivit te facies mea, Εξεζητησα το προσωπον σου. Y esta pequeña alteración parecía tener un buen sentido: "Mi corazón te dijo: he buscado tu rostro, (o, buscaré tu rostro) y tu rostro, oh Señor, buscaré." No sólo he hecho lo que era mi deber e interés hacer, sino que continuaré haciéndolo. Algunos han propuesto enmendar el texto así: לך לך אמר לבי lech lecha, amar libbi, "Ve, dice mi corazón", נבקש פני יהוה nebakkesh peney Jehová, "Busquemos el rostro de Jehová". Esta es más bien una emendación violenta, y no está apoyada ni por los MSS. ni por las Versiones. El verso completo falta en uno de los manuscritos del Dr. Kennicott. En general, prefiero lo que se propone en primer lugar, y que no requiere ninguna alteración en el texto; a continuación, el de la Vulgata y la Septuaginta.

El antiguo Salterio parafrasea así: 

Til the saide my hert, the my face soght: thy face, lord, I sal seke. "The gernyng of my hert that spekes til god, and he anely heres: saide til the my face, that es my presence soght the and na nother thyng. And fra now I sal seke thy face lastandly, til my dede; and that I fynd my sekyng:" i.e., To thee, said my heart; thee my face sought: thy face, O Lord, I shall seek. "The gerning of my hert, that spekes til God, and he anely heres, til the my face; that es, my presence soght the and no nother thyng: and fra now I sal seke thy face lastandly, til my dede, and that I fynd my sekyng:" i.e., The yearning strong desire of my heart, which speaks to God, and he alone hears; my face is to thee; that is, myself sought thee, and none other thing, and from now I shall seek thee lastingly till my death, and till that I find what I seek.

Nota: "Todo lo que aparece en rojo, es texto no traducido, pues su versión del ingles es muy antiguo y el propio escritor lo coloca, solo como una reseña".

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