Con lo cual, oh rey Agripa, .... Habiendo sido favorecido con esta ilustre apariencia del Señor y con esta Declaración y Comisión de él:

No fui desobediente a la visión celestial; a Cristo mismo, quien apareció del cielo en tanta luz y gloria, y le habló, y lo nombró lo que debería ser, y lo hiciera, y declaró qué uso debería ser: Él no incrédulo lo que dijo Cristo, ni fue Desobediente a las órdenes que dio, pero inmediatamente se puso sobre el trabajo que lo llamó, sin consultar carne y sangre; Ver Gálatas 1:16.

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