Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial,

Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial. Este tono musical y elevado, que lleva consigo al lector, como sin duda lo hizo con los oyentes, revela la elevada región de pensamiento y sentimiento a la que se había elevado el apóstol mientras ensayaba las comunicaciones de su Maestro desde el cielo.

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