y bendito es que no se ofenderá en mí. Los judíos se ofendieron a la paternidad y al parto de Cristo, en la pobreza de sus padres, y a la manera de su nacimiento, por una virgen; y en el lugar de su nacimiento, que pensaron que eran Galilea; en su educación, porque no había aprendido cartas, y fue educado a un empleo mecánico; A su entera apariencia en su ministerio público, en su propia persona, y en sus asistentes: su compañía y audiencia son los más pobres, más ignorantes, y que habían estado sueltos y escandalizados, publicanos y pecadores; En las doctrinas predicó, en particular, que respetó su propia deidad y la eternidad, la distinguida gracia de Dios y viviendo por la fe sobre su carne y su sangre. Los discípulos de Juan también se ofendieron en él, porque él y sus discípulos no fueron ayunados, y llevaron una vida tan austera como ellos y su maestro lo hizo; Debido a la mezquindad y la oscuridad del reino de Cristo; El encarcelamiento de Juan, y los muchos reproches, aflicciones y persecuciones, que lo hicieron, y probablemente asistieron a una profesión de Cristo: esto nuestro Señor lo sabía y tenía un respeto peculiar a ellos en estas palabras; Pero las felices son aquellas personas, que, a pesar de todas estas dificultades y desalagües, están tan lejos de tropezar con Cristo, y cayendo de él, que lo reciben con carácter y creen en él, haz una profesión de él y sosténguelo rápido; Amor mucho, altamente valor, y estimártelo, y están dispuestos a separarse de todos, y soportar todo por su bien: estos son bendecidos, a pesar de todos sus sufrimientos para él, incluso ahora; Tienen paz espiritual, alegría y consuelo en sus almas, y será feliz en el pleno disfrute de él a toda la eternidad.

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