(5) Hablo como a sabios; juzgad lo que digo.

(5) Volviendo ahora a las fiestas de los ídolos, para que no parezca que se demore en absoluto: primero promete que no usará otras razones que las que ellos mismos conocían muy bien. Da la siguiente línea de razonamiento. Los santos banquetes de los cristianos son prenda, en primer lugar, de la comunidad que tienen con Cristo y, a continuación, unos con otros. Los israelitas también ratifican en los sacrificios su unión mutua en la misma religión.

Por tanto, así también los idólatras se unen a sus ídolos, o más bien demonios (porque los ídolos no son nada) en esos solemnes banquetes, de lo cual se sigue que esa mesa es una mesa de demonios, y por lo tanto debes evitarla. Porque no pueden ser partícipes del Señor y de los ídolos juntos, y mucho menos esos banquetes pueden considerarse cosas indiferentes. ¿Entonces lucharás con Dios? Y si lo hace, ¿cree que obtendrá la ventaja?

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