(10) Nadie se engañe a sí mismo. Si alguno de ustedes parece ser sabio en este mundo, hágase necio para que sea sabio.

(10) Concluye por lo contrario, que profesan sabiduría pura en la Iglesia de Dios, quienes rechazan y desechan todas esas vanidades de los hombres. Además, si el mundo se burla de ellos, les basta con que sean sabios según la sabiduría de Dios, y que él quiera que sean sabios.

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