(3) El que dice: Yo le conozco y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él.

(3) La santidad, es decir, una vida ordenada según las prescripciones de los mandamientos de Dios, por débiles que seamos, está necesariamente unida a la fe, es decir, al verdadero conocimiento del Padre en el Hijo.

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