Me he vuelto un necio al gloriarme; me habéis obligado: (5) porque debería haber sido encomendado por vosotros; porque en nada estoy detrás de los principales apóstoles, aunque no soy nada.

(5) Nuevamente hace a los corintios testigos de aquellas cosas por las cuales Dios había sellado su apostolado entre ellos, y nuevamente declara con ciertos argumentos cuán lejos está de toda codicia, y también cuán afectuoso es hacia ellos.

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