Como la apariencia del arco que está en las nubes el día que llueve, así era la apariencia del resplandor alrededor. Esta [era] la apariencia de la semejanza de la gloria del SEÑOR. Y cuando lo vi, caí sobre mi rostro y oí la voz de uno que hablaba.

(o) Considerando la majestad de Dios y la debilidad de la carne.

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