No dejes de llorar, no hagas duelo por los muertos, átate tu turbante, (p) y ponte tus zapatos en tus pies, y no te cubras los labios, y no comas (q) el pan de los hombres.

(p) Porque en duelo iban con la cabeza y los pies descalzos y también se cubrieron los labios.

(q) Es decir, que los vecinos les enviaron a los que lloraron.

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