Y concibió Lea y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Rubén, porque dijo: Ciertamente el SEÑOR ha mirado mi aflicción; ahora, por tanto, mi marido me amará.

(l) Por esto parece que ella había buscado la ayuda de Dios en su aflicción.

(m) Porque los niños son una gran causa de amor mutuo entre marido y mujer.

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