(8) Y algunos del jefe de Asia, que eran sus amigos, enviaron a él, pidiéndole que no se aventurara en el teatro.

(8) Debe haber en todos los cristianos, y especialmente en los ministros, una firmeza invencible que no puede ser vencida por tormentas o asaltos, pero que, sin embargo, debe dejarse modestamente gobernar por la sabiduría.

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