Y no le dio heredad en ella, no, ni [tanto como] a (c) puso su pie; sin embargo (d) prometió que se la daría a él en posesión, y a su descendencia después de él, cuando [todavía] no tenía hijos.

(c) No hay suficiente terreno para ni siquiera poner un pie.

(d) La promesa de la posesión era cierta, y pertenecía a Abraham, aunque fue su posteridad la que la disfrutó mucho después de su muerte: y esta es la sinécdoque de la figura del lenguaje.

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