Al ruido del tumulto, la gente huyó; en el (g) levantamiento de ti mismo, las naciones fueron esparcidas.

(f) Es decir, los asirios huyeron ante el ejército de los caldeos o de los caldeos por temor a los medos y persas.

(g) Cuando tú, oh Señor, alzaste tu brazo para castigar a tus enemigos.

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