Vivo yo, dice el SEÑOR, que aunque Conías hijo de Joacim rey de Judá fuera el anillo en mi mano derecha, de allí te arrancaría;

(r) Quien se llamaba Joaquín o Jeconías, a quien llama aquí Conías con desprecio, quien pensó que su reino nunca podría apartarse de él, porque provenía del linaje de David, y por lo tanto, por causa de la promesa, no podía ser quitado de su casa, pero abusó de la promesa de Dios y, por lo tanto, fue privado del reino con justicia.

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