Pero Nabuzaradán, capitán de la guardia, dejó a los pobres del pueblo, que no tenían nada, en la tierra de Judá, y les dio viñedos y campos al mismo tiempo.

(d) Porque los ricos y poderosos que confiaban en sus turnos y medios, fueron manejados con el más riguroso juicio por los justos juicios de Dios.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad