Pero Nabuzaradán, capitán de la guardia, dejó de los pobres del pueblo, que no tenían nada, en la tierra de Judá, y les dio viñas y campos al mismo tiempo.

Pero Nabuzaradán... dejó... a los pobres... que no tenían nada. Los pobres tienen menos que perder; una de las providenciales compensaciones de su suerte. Los que antes habían sido despojados de sus bienes por los judíos más ricos, obtienen, no sólo los suyos, sino los de los demás.

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