Palabra que el profeta Jeremías mandó a Seraías hijo de Nerías, hijo de Maasías, cuando fue con Sedequías rey de Judá a Babilonia en el cuarto año de su reinado. Y [este] Seraiah [era] un príncipe tranquilo.

(k) Esto no fue en el tiempo de su cautiverio sino siete años antes, cuando fue a felicitar a Nabucodonosor o a intimar sobre algunos asuntos.

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