Seraías hijo de Nerías. - La gran profecía ha llegado a su fin, y el resto del capítulo tiene la naturaleza de un apéndice histórico. La mención tanto del padre como del abuelo no deja ninguna duda de que Seraías era hermano del amigo y secretario de Jeremías, Baruc ( Jeremias 32:13 ). Por lo tanto, era natural que el profeta lo seleccionara como depositario de la gran predicción.

El término "príncipe tranquilo", que la versión autorizada adopta de Lutero, significa realmente príncipe del lugar de descanso y describe una oficina como la de nuestro intendente general. Parece haber estado al servicio de Sedequías, probablemente designado por Nabucodonosor para regular los detalles del viaje a Babilonia y organizar los lugares de descanso en sus diversas etapas. Las versiones parecen haber quedado perplejas por el título inusual, la LXX. dando "gobernante de los dones" y la Vulgata "príncipe de la profecía". La predicción parecería haber tenido la naturaleza de un regalo de despedida para él.

En el cuarto año de su reinado. - La fecha es significativa porque da un eslabón perdido en la historia. El comienzo del reinado de Sedequías fue memorable por la reunión en Jerusalén de embajadores de los reyes de Edom, Moab, Ammón, Tiro y Sidón, obviamente con el propósito de formar una confederación contra Nabucodonosor, y Jeremías había condenado todos esos planes por ser contrarios a la voluntad de Jehová ( Jeremias 27:1 ).

Es probable que Nabucodonosor convocara al rey de Judá a Babilonia para interrogarlo sobre este plan y exigirle un acto de renovado homenaje. En este viaje lo acompañó el hermano del amigo y colaborador del profeta, y Jeremías aprovecha para encomendar a su cargo lo que podríamos llamar una profecía esotérica, levantando el velo del futuro. Aconsejó la sumisión por el momento, porque la resistencia era prematura y resultaría inútil.

Esperaba con ansias el momento en que la ley de la retribución se cumpliera en Babilonia como se había cumplido en Jerusalén. Todo el procedimiento estuvo en perfecta armonía con la predicción de Jeremias 27:7 , que todas las naciones deberían servir a Nabucodonosor ya su hijo y al hijo de su hijo hasta que llegara el “tiempo exacto de su tierra”. Depende de la naturaleza del caso que Baruc o Jeremías conservaran una copia duplicada, del cual el presente texto de Jeremías 50, 51 es una transcripción.

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